domingo, 13 de noviembre de 2011

hay fantasías a las que cuesta renunciar...


Por qué nos cuesta tanto decir que no, decir basta? Por qué sabiendo lo mucho que sufrimos seguimos sufriendo, seguimos haciéndonos los boludos?  Porqué aún sabiendo que nos está haciendo mal, que no es lo que nos merecemos, que tendríamos que seguir adelante seguimos perdonándolos, seguimos a sus pies, seguimos esperando el día en que todo cambie?

Será por el amor?  Pero…eso es amor?.
Será por no estar solos?  Pero…estamos acompañados así?

Por qué es que hay fantasías a las que cuesta tanto renunciar?

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